Comenzamos el sábado 21 de octubre saliendo a las 8:30 de la mañana con una suave lluvia (contra todo pronóstico), que luego cesó, quedando un día magnífico. Comenzamos las visitas por Bobastro, la ciudad del mozárabe Omar Ibn Hafsún, refugio de los cristianos que se rebelaron contra el Emirato de Córdoba en los siglos IX y X. Cincuenta años de guerras donde Omar y sus hijos resistieron a los militares de Al-Andalus. Pese a que Abderramán III ordenó su destrucción, se conservan estructuras excavadas en la roca, como restos del alcázar, cuevas vivienda, silo, aljibe y su principal baluarte: los restos de la iglesia mozárabe, tallada en la propia montaña. Conjunto declarado Bien de Interés Cultural de Andalucía, que nos explicó Lidia, del Patronato municipal de turismo de Ardales.

Nos llamó la atención la existencia de una planta endémica de la zona y que se cría en las grietas de la roca: rupicapnos africana, conocido popularmente como “perejilillo”.

Perejilillo - rupicapnos africana

Rupicapnos Africana

Caminito del Rey

Después de compartir un almuerzo en Ardales, nos dirigimos hacia el túnel que da acceso al Caminito del Rey. Túnel sin iluminación que transitamos a pie. Para unos fue divertido y para otros algo angustioso, pero que con unas risas quedó como una anécdota más. Al salir al otro lado de la montaña comprobamos ya el importante cambio de paisaje. Después de 1,5 kms. caminando llegamos al control de entrada, donde nos facilitaron el casco que deberíamos llevar puesto durante todo el recorrido y nos instruyeron con las normas y prohibiciones. A partir de ahí el camino y las vistas se fueron transformando hasta alcanzar el Desfiladero de los Gaitanes. Allí empezamos a circular por pasarela colgada en la roca.

Caminito del Rey

El grupo se fue estirando y cada cual lo disfrutó a su manera, unos con la fotografía, para llevarse a casa tan bellas imágenes o compartirlas en las redes sociales; y otros con la mera contemplación: paredes de rocas con formas caprichosas esculpidas por la erosión, la profundidad del río, o la asombrosa ingeniería de túneles y puentes de la vía férrea que circulaba por la pared de enfrente.  Maravillosa experiencia que perseguíamos desde hacía tiempo. El recorrido total, cercano a ocho kilómetros, lo hicimos en dos horas y media.

Antequera monumental

Terminada la aventura nos dirigimos al Hotel Antequera Golf (4*), de magníficas instalaciones y una esmerada atención, donde pudimos disfrutar de una deliciosa cena y de un merecido descanso tras la agotadora jornada.

La mañana del domingo 22 amaneció radiante. A las 9:30, nuestra guía, María, de la empresa Galeota, nos estaba esperando en la puerta del hotel para comenzar nuestra visita programada de Antequera Monumental. Nuestro autobús nos dejó cerca de la plaza de toros y desde ahí fuimos caminando por el centro de la ciudad. La primera visita la realizamos a la Iglesia de San Juan de Dios. Joya del barroco andaluz, decorada de blancas yeserías.

Estos motivos ornamentales llegan a su máxima expresión en la cúpula del crucero. El retablo mayor cuenta con una bella escultura de la Inmaculada, situada en la hornacina central, acompañada en los laterales de las imágenes de San Joaquín y Santa Ana.

Iglesia de San Juan de Dios

Seguimos nuestro recorrido hasta la explanada de la Alcazaba y la Real Colegiata. Risas y comentarios en la Cuesta de San Judas (como siempre que el camino se vuelve empinado). Disfrutamos del recorrido por los patios, murallas y torreones de la Alcazaba y luego conocimos el interior de la Colegiata, de planta basilical. Sus columnas jónicas la dividen en tres naves. Destaca el artesonado mudéjar y las ventanas Florentinas.

Tuvimos la oportunidad de visionar un documental sobre Diego de Siloé y el origen de la Colegiata. También nos hicieron una breve representación con un solo personaje: un alegato reivindicativo de Cristobalina Fernández de Alarcón, poetisa malagueña del Siglo de Oro, que ganó numerosos certámenes y de la que apenas quedan quince poemas de su abundante obra. Se quejaba de la discriminación de las mujeres en su época. De hecho, recibió las críticas airadas de Quevedo y Góngora.

Desde la explanada pudimos contemplar una vista panorámica de la ciudad de Antequera, cuajada de Iglesias y Conventos, así como una vista de “la peña de los enamorados”, el promontorio desde el que se despeñaron Tazgona y Tello, según la leyenda.

Continuamos nuestro recorrido hasta la Plaza del Coso Viejo, donde nos encontramos con el Museo Municipal, instalado en el Palacio de Nájera, un edificio del S. XVIII. En tres plantas muy bien estructuradas tuvimos la oportunidad de conocer la historia de Antequera, sus orígenes y su patrimonio arqueológico, así como una buena colección de esculturas y pinturas.

De ahí pasamos a la Parroquia de San Sebastián, con una esbelta torre de ladrillo, rematada por la figura dorada de “El Angelote”. Desde la plaza, también denominada de San Sebastián, recorrimos de nuevo la céntrica calle del Infante Don Fernando, parándonos en el Convento de San Agustín y en la Parroquia de Nuestra Sra. De los Remedios.

Parroquia de San Sebastián

Terminamos el recorrido urbano con unas cervecitas en esta céntrica calle y tomamos nuestro bus para dirigirnos a almorzar al Club de Golf del Antequera Golf donde disfrutamos del menú de los arroces. Introducido por unos cogollos con pimientos asados ALSUR aromatizados al comino y un pescaíto frito. De plato principal disfrutamos de un arroz caldoso de rape y langostinos y de un arroz negro de sepia, gambas y ajetes. A cual mejor cocinados. Con esta buena comida, acompañada de un buen vino y un exquisito postre, disfrutamos sobre todo de una amena sobremesa compartiendo y valorando todas las experiencias del fin de semana. Desde ahí tomamos nuestro bus de regreso a Córdoba soñando con la próxima escapada.

Agradecimientos

  • A Ramón Jiménez del Hotel Antequera Golf, por gestionar nuestra visita al Caminito del Rey y a Eva, Noelia, Javier y otros compañero del hotel, cuyos nombres no conozco, por hacernos agradable nuestra estancia y facilitarlo todo.
  • A Lourdes Millán de Galeota Tourism.
  • A Isabel Berrocal del Patronato de Turismo de Ardales por facilitar la visita a Bobastro.
  • A Autobuses Espinosa y a nuestro conductor Miguel Hernández por hacerlo estupendamente.

Juan Ramírez Sánchez

Octubre 2017