El lentisco (pistacia lentiscus) es un arbusto cuyo porte, normalmente, no supera los dos metros de altura. Sin embargo, en algunos casos puede llegar a alcanzar porte arbóreo. Así podemos encontrarlo, por ejemplo, en el Parque Natural de la Sierra de Hornachuelos. De todas formas, este tipo de ejemplares son más difíciles de encontrar en la Península Ibérica.

No necesita, para desarrollarse, unas condiciones especiales de suelo, pero si requiere un clima cálido y seco porque no aguanta las heladas. Puede formar parte de matorrales y bosques, como especie dominante, o estar mezclado con otras especies como son el acebuche, el mirto, el enebro, la jara, etc. Así, en otro tiempo, la asociación de lentisco y acebuche ocupaba gran parte de las zonas que, actualmente, están ocupadas por olivares andaluces.

Podemos encontrar lentiscares extendidos por toda Andalucía, pero quizá se podría resaltar como más significativo el que conforma el denominado “monte negro” en Doñana o las masas de lentiscos asociados a acebuches de las sierras gaditanas.

Lentisco en Cádiz

Lentisco en Tarifa (Cádiz)

Con respecto al crecimiento de la planta cabría destacar que, si se corta desde abajo, desde la cepa, crece con rapidez; de esta forma se ve favorecido cuando se provoca un incendio. Sin embargo, para que sus semillas puedan germinar es necesario que pasen por el tracto intestinal de las aves. Por este motivo, cuando se produce la fructificación nos encontramos drupas negras maduras junto con drupas rojas vanas. Estas últimas son las que sirven de reclamo para que los pájaros se alimenten de las que son viables que, en definitiva, son las que a la planta le interesa diseminar.

Drupas rojas del lentisco

Drupas rojas del lentisco

El nombre genérico “pistacia” proviene de un pariente suyo, también mediterráneo pero de distribución oriental, que es el pistacho. Su madera es dura y puede ser utilizada en trabajos de tornería y en la fabricación de objetos pequeños, aunque se utiliza, principalmente, por su leña ya que es un buen combustible y proporciona carbón de primera calidad.

Cuando la planta alcanza su porte arbóreo exuda una resina que se utiliza en la fabricación de una masa llamada almáciga, que es de gran utilidad en la industria de los barnices y en odontología para la preparación de cementos dentales.

Desde tiempos pasados los árabes la han utilizado, a modo de chicle, para mantener los dientes blancos, fortalecer las encías y tener agradable aliento.

De los frutos se obtiene un aceite que, aunque no es comestible, sólo se ha usado para el alumbrado. En la decoración de belenes y de ramos de flores es frecuente ver ramas de lentisco, ya que su color verde perdura durante largo tiempo.

En el Jardín Botánico de Córdoba podemos encontrarlo en dos zonas distintas: en el Arboretum, en un arriate cercano a la rosaleda, junto con otras especies, también características del bosque mediterráneo, como son la encina (Quercus ilex, subsp. ballota) y el alcornoque (Quercus suber) y en la Colección Sistemática situado junto con la cornicabra (Pistacia terebinthus), en un arriate contiguo al ocupado por las jaras.

Eva María León Fernández
Maestra de Enseñanza Primaria
Socia nº 110